Mis queridos compañeros y amigos,
quiero que sepáis, que cuando me ocurrió lo de mi enfermedad fue horrible, pero
bueno no me quejo, aunque he de decir que no creo merecer esto.
También quiero que sepáis que os echo de menos y
recuerdo los bellos momentos que hemos compartido juntos. ¿Os acordáis de
aquellas tardes en que íbamos a tomar cerveza a la sala de profesores?, ¿y
aquel bar donde ponían grandes aperitivos?.
Supimos dar al profesor su encaje,
haciendo que fuese el principal protagonista en la difícil tarea
que es educar. También dignificamos la figura del profesor, haciéndole socio y haciendo que participara en la toma de decisiones, por eso El Valle es una
sociedad laboral. Tuvimos mucho éxito gracias a los profesores, que pusieron su
trabajo, ilusión, generosidad y entrega. Por eso tenemos 4500 alumnos y 400
personas que dependen de nosotros.
Ahora, me vais a permitir que hable
de cuatro personas, aunque todos os lo merecéis: Marta Sastre, Carmen Zarzosa,
Jesús y Jose:
Gracias Marta y Carmen que, junto a
las profesoras de preescolar, fuísteis la simiente para que El Valle y la
educación preescolar brillen con luz propia y, cómo una vela, sirva esto de
ejemplo a las otras etapas de la educación. Carmen, gracias por venir a verme y
contarme cosas de tu enfermedad, pero que no se te olvide una cosa: enseña a
los profesores a ser buenos profesores. Además lo alumnos te quieren y te
necesitan. Cuando no vienes te echo de menos. Enhorabuena, que seas muy feliz. Marta, aunque no vengas a verme, yo
me acuerdo mucho de ti. Gracias Marta por llevar esa alegría al Valle, así cómo
esa fiesta tan bonita, que es la de los abuelos. De una cosa estoy seguro, que
en tu casa reina el amor con tu marido y tus hijos; Jesús, gracias por venir
a verme y traerme tu tesis, ¡Por fin lo has conseguido!; Jose, gracias por venir a
verme y presentarme a tu mujer. Me enseñaste las fotos de tu boda con esa gran
mujer, me alegro de tus éxitos deportivos. Y enhorabuena también por tu hijo,
aunque como no vienes a verme no se si es chico o chica. El caso es que esté
bien.
¿Os acordáis? eran los comienzos del
Valle y Antonio, a través de su hermana, nos proporcionó unas mesas y
alquilamos tres camiones para buscar las mesas. Entonces éramos muy pedigüeños,
unos tiempos que yo no cambio. Qué felices éramos entonces, pero esos tiempos
ya no volverán.
Cómo éramos muy pedigüeños, fuimos al
edificio de los agentes comerciales, cuyo presidente era Cordero y además padre
de un alumno que nos regaló unas mesas, ¿y nosotros qué hicimos? ¡arramplar con todo!, lo que no sé es que
pensarían los agentes comerciales de nosotros. ¡Qué tiempos aquellos!.
Ahora que comienzo este nuevo
proyecto sería un placer contar con vosotros. También me gustaría estar en
contacto con vosotros a través de este blog y quisiera que fuese un espacio
interactivo donde crear, a través de una
de nuestras grandes apuestas “las nuevas tecnologías”. Me gustaría que
participarais todos siendo una forma de comunicarme con vosotros. Espero
vuestras preguntas con ansiedad, sobre educación y, dado los tiempos que
corren, sobre política o cualquier cosa que os ocurra. Yo os daré mi opinión,
nunca un consejo porque ya estamos hartos de las personas que dan consejos.
Espero no defraudaros ya que, ¡todavía
no me he muerto!.
Un abrazo compañeros.
Emilio Hurtado Piñataro.